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Una tarde de abril del año 1995...
Un anciano caminaba por la calle;
cuando se encuentra con un niño de 8 años.
Resultando aquel rostro algo familiar,
El hombre le preguntó:
- ¿Cómo te llamas?
- Nicolás.
- ¿Tu apellido?
- No lo sé.
El hombre se preguntó, ¿será pobre o huérfano?
Entonces, él intrigado indagó:
-¿Tienes padres?
- no lo sé.
- ¿cómo que no lo sabes?
- no, no lo sé.
Inmediatamente el niño tomó su mano, tosió como sin aire, le dio un papel y le dijo:
- Guarda este papel.
- Está bien. Contestó él.
El niño se dio vuelta y camino hasta una plaza donde se perdió en la multitud. El anciano, todavía confundido guardó el papel y camino hacia su destino.
Más tarde el hombre caminaba por la calle y recordó lo que le había dado el niño. Intrigado sacó su papel del bolsillo. Leyendo, lágrimas caían de sus ojos, y secándose tiro el papel en el piso y se marcho a su hogar.
El papel que estaba en el piso botado por aquel hombre, decía:
Nicolás Edras, muerto el 12/5/86.
Abortado por la decisión de una pareja de jóvenes.
Padre: yo no se por que tú no me diste la oportunidad de conocerte y conocer a mamá.
Mi vida no tiene sentido y ya no tengo nada que hacer en este mundo, lo único que sé, es que un hombre vestido de blanco me dijo:
Hey niño, ven conmigo, ven a jugar por la eternidad;
Tú sólo juega, que la justicia llegará pronto.
Porque el que se atreviere a dañar a algunos de mis pequeños, no quedará impune.
© Maximiliano Cabrera