Mauro Enrique Lopez Z.

Cuando estemos en el cielo.

Cómo hablabas

que me ibas  a ver

rodándote de rodilla

que vuelvas

y yo estoy como un velero

anclado en mi pensamiento

escribiendo lo hermoso de mi poema

en una gaviota

que quiero

o en casa dsirviéndome

un pescado fresco,

y de tí ni me acuerdo,

tal vez lo haga,

cuando estemos en el cielo

si es que lo permiten hacerlo.