A la hembra hay que darle satisfacción
Cuando el hombre por norma de la sociedad, busca mujer casamentera la quiere sin experiencia, pues mejor si esta no trae punto de referencia, así la ingenua aceptara sus deficiencias.
Noble y loable caballero no le de alas y mucho menos dinero, ni educación o instrucción porque a usted dejara encabronado, por ser solo un intelectual que vive disfrazando realidades y de seguro muy lleno de inmoralidades. Es el hombre que tiene en casa a una ingenua el que por lo general siempre busca pagar los oficios de la prostituta.
Hombre deje de autoengañarse el amor no se hace, quien disfrace el sexo con este calificativo simplemente vive en un laberinto del cual tarde o temprano tendrá que librarse, el sexo, que es lo que disfrazan con el termino amor, no se puede hacer con el intelecto para eso se necesita un prominente y erecto miembro.
El hombre al igual que la mujer necesita ser un compendio de todos sus conocimientos, experiencias, fantasías y sueños realizados o pendientes por realizar. Tenga usted presente que somos todos carne y espíritu con necesidades, algunas fisiológicas, psicológicas, sexuales e incluso hasta espirituales.
Imagine usted como seria tener sexo con un ser exclusivamente intelectual, para lo cual seguro tendrá un manual, quizás sería algo como ahora le describo:
Ponga a la dama boca arriba, ligeramente abra sus piernas mientras ella las tiene totalmente abiertas ahora trate o procure usted la penetración de abajo para arriba, cuidado si se equivoca, mejor suelte las piernas de la dama y revise bien el camino correcto, no vaya usted a meterlo por el recto, ni sueñe usted con los labios o senos y su función procure memorizar para repetir cada 15 días, pues más seguido o variado sería algo pervertido y depravado.
La ingenua siempre estará allí preparada para ser usada como una muerta con el cuerpo inerte y sin mostrar interés alguno, pues quien repite este tipo de encuentros solo termina por ganarse nuestro desprecio y aborrecimiento.
Por ultimo le dejaré algo claro, las madres que dan este tipo de entrenamiento a sus hijas, son las mismas que paren y crían sujetos con su pensamiento.