Amo el sutil palpitar de tus colinas
el verde tapiz que cubre tus espacios
como a tus horadadas cuevas con suspiros
cubiertas por brillantes retamas amarillas.
Por ser agreste y libre eres mi ilusiòn
pues eres viento;lluvia; sol y luna
que honran la Mano Divina con ternura
en magnìficas elevaciones de oraciòn.
Horneros; calandrias; jilgueros o carpinteros
llenan tus diàfanas mañanas de sonidos,
multiplicaciòn de brillantes coloridos,
son los acordes melodiosos de tus cielos.
Amo, ese rìo pedregoso que llega orgulloso
trayendo su agua danzarina y cristalina.
Amo, las noches junto a su bella orilla
donde las ranas sueltan su croar en coro.
Amo, esas noches claras y estrelladas
donde los grillos entonan sus violines
y las lucièrnagas de la luna comodines
se esparcen en el aire como hadas.
Mas, tambièn amo los dìas de tormenta
cuando el rayo atraviesa la montaña
y el trueno ensordece con su amenaza
de incendiar toda tu espesura esbelta.
Las nubes con premura cubren tus cumbres
con oscuros mantos grises y cenicientos
presagiando densas lluvias y fuertes vientos
que inundaràn el pastizal con que te cubres.
Luego del ruidoso rugir de la tormenta
la serenidad con su hùmeda simpleza
mostrarà un arco iris que despierta y bosteza
enmarcando el paisaje con colorida paleta
Renace el sol y reviven los sonidos
junto a algunos bramidos de la naturaleza
que en un suspiro se muestra esbelta
como si del cielo llegaran renovados brìos.