Somos almas tan gemelas que si todo cuánto escribo
Les parece familiar nace porque lo he sentido;
Yo no busco ese consejo, ni mostrar algún camino,
Sólo expreso francamente los momentos que he vivido;
Mas como somos hermanos y tenemos el cariño
Para darnos sin medida, añoramos lo perdido;
No aceptamos injusticias, rechazamos el olvido
De los momentos sublimes que nos regaló el destino;
Sentimos que hemos pensado cómo ayudar al amigo,
Que se mandó ese mensaje a quien tal vez lo ha leído;
Pero insisto, no me miren, todo cuanto les escribo
Tiene el rojo de mi sangre y, del amor, los espinos;
Sin embargo, yo no niego, que tras de todo sentido
Están las ardientes almas de esos locos desvaríos,
De esas locas aventuras de aquellos buenos amigos
Que además de sus secretos se hicieron uno conmigo…