Los días han pasado y tu recuerdo no perece en mi mente
solos las remembranza del amor que nos dimos en aquellos momentos bellos,
en donde florece nuestra pasión entre las luces fugaces de las estrellas y el brillo
de nuestros ardientes ojos perdidos en la inmensidad del deseo .
Entre aquel espejo observo tu hermosa figura de mujer dócil sumergida
en ese mundo sutil donde el amor nos encadena con el perdón
de nuestro besos y el susurro de tu boca en aquel momento cálido,
me empapaba de tu cariño ardiente sin horizonte definido.
La profundidad de tu querer me ahoga en el desliz del furor
estremeciéndome entre tus pecho descubro que eres mi salva vida,
solo el susurro de tu alma me lleva a la calma con frenesí
y solo saboreando la dulzura dentro de tu boca los dos seremos felices.
RIVAS JOSE