Puedo ver por la hendidura,
que aun con el engaño,
de tu pelo de color, los días salvajes,
aun viven en ti como niña que eras.
Las rosas en la nieve,
son como costales de algodon,
donde recuestas los fríos de tus escenas.
Pero se que seras siendo sisi,
tu, sola en tu interior, cubierta por ti misma.
nunca dejando a los glotones comer de ti,
vivir de ti, acercase al amor por ti.
Ojala fueras, un día o dos,
Pero hubiera querido que,
ojala fueras tan expresiva como lluvia.
Tu linda cara, tu pelo eléctrico,
tus labios que tuve para inclinarme,
a los que nunca preste atención.
Humberto Velasquez