Rayos de música
son tus brazos que
calientes acarician mi piel
ansiosa de ti, de tu calor.
En los días fríos
das alegría a las gentes,
te cuelas por las ventanas,
siempre estás
por cada rincón.
Juegas con el mar
y sus ardientes olas,
que van y vienen,
sus aguas frías
las tornas cálidas.
Das calor a
la cara de los niños inocentes,
en los parques
y patios de colegios,
la belleza de sus tonos
es indescriptible,
pues tú, Sol,
eres mágico.