Un nuevo amanecer
juntos, tú y yo.
Después de nuestra cena,
esta madrugada
muy tarde llegamos.
Cansados de hablar,
escuchar esa constante
música a alto volumen,
festejando los quince años
de la hija de nuestros
queridos amigos
de antaño.
Hacía un largo tiempo
que no bailábamos,
y nos largamos hacerlo
para no desentonar.
No hemos estado mal,
pero nos acostamos
completamente extenuados.
Ya hemos pasado los cuarenta,
mamita… nos acostamos,
y nos quedamos
completamente dormidos.
Con la ayuda
de esas copas de más…
Un nuevo amanecer,
Y ya repuestos
del gran cansancio,
nos hemos despertado
muy joviales los dos,
como si tuviésemos,
nuevamente, aquellos pasados
cuarenta años.
¿Lo percibes, verdad?
Está hecho una juvenil
barra de carne,
toda, para ti.
Noto en el calor
de tu cuerpo,
el mismo deseo del mío.
¡Hermoso despertar, amor!
Ganas de amarnos
y de poseernos…
Hace ya unos días
que no lo hacemos,
aprovechemos ahora
hacerlo…
¿Verdad que no me equivoco?
Desnudos nos hemos acostado.
Hermosa oportunidad
para besarte toda,
acariciar tu cuerpo…
y penetrarte toda…
Gozar así,
amor de mi vida…
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto - 10/12/2014)