Allá lejano siento mis ausencias
vacíos hondos lloran recios bardos,
¡oh! mía, qué tristezas mis carencias
¡oh! mía, forja en mis negruras nardos.
El tuerto tiempo de horas nace crudo,
segundo a tos, minutos muy estrechos
después mi verbo viudo se hace nudo
y, vuelvo yo de izquierdos a derechos.
Sentado por mi sexo tú me azotas,
silencio, algunas almas vagan rotas
silencio, aquí devoran mis pupilas.
Desclava pronto mi honda pena grana,
azota pronto mi pesar mañana,
venid de prisa me devora Escilas.
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John Morales Arriola.