Leandro Rodríguez Linárez

Intitulado CCXLIX

No hay aquí más que mi presencia, a medias.

No queda tiempo, los relojes son sarcófagos vacíos,

Todo es blanco o gris, los colores abandonaron sus vestiduras,

Ni el aire transita, a veces solo las insípidas lágrimas astrales.

No hay aquí más que mi presencia, intermitente.

Se fueron los ojos con sus almas pardas, verdes y azules,

Se fueron las flores, sus delicados alientos e identidades,

Las primaveras emigraron detrás de las errantes aves cantautoras.

No hay aquí más que mi presencia… a veces ni yo mismo estoy,

Me voy donde por última vez hubo tiempo, colores, ojos y primaveras,

Evoco la última vez que te besé mujer.

 

LRL

 

10-12-14