Una persona era que si se miraba al espejo se daba asco,
¡cómo sería que hasta el espejo le recrimina y se lo afea!
que al verla los hombres se vuelven, revuelven y miran con gran fiasco
y hasta su sombra deforme la sigue así gritando ¡eres muy fea!.
Que cuando iba a la playa y metía en el mar subía la marea
en precaución y para así evitar de los bañistas algún susto,
un peligro público es, ¡cuidado hemos de tener, nadie la vea!
pudiera ser que alguno se muriera de un infarto en un disgusto.
Fea, fea, fea, fea eres, requetefea, ¡me quedo a gusto!
alucino, la veo en sueños, por ella me siento perseguido,
obesa, veo como se me echa encima y me aplasta con su busto,
a punto estoy de axfisiarme, dejenme, que respirar preciso !ea!
esta pesadilla sólo la puede así contar quien la ha vivido,
es la pura realidad, yo aquí lo juro aunque haber no hay quien me crea.