De la inmensidad del cosmos,
cual lucero naces.
Tu luz, la oscuridad de mi alma
Ilumina.
La aureola tuya sueños despabiló,
hechizando sentimientos.
En mis retinas tu figura inmortalizó
Profundos suspiros de mi yo salidos,
enroscados quedan,
a la redonda de tu donosura,
de pasión colmados.
La sensualidad tuya
en la conciencia reflejada hallase.
en el raciocinio sin compasión alborotan,
vértigos de fervor,
Al tu voz escuchar,
su ritmo, dulcifica laberintos de felicidad.
Dentro de mi intelecto fluyen,
como paradisiaco torrente,
desenfrenado.
De fantasías mi razón se colmó,
al descubrir,
los cristalinos desvaríos,
que te engalanan.
bambam