A los dioses paganos que emigran con mis ascuas:
Yo nací del dolor de mujer y del fuego
lúbrico de mis padres, a sombras de las pascuas
yo nací de los pechos vivos de mamá, luego.
A los pechos azules de las bocas regreso,
pálido en actitud física en pies y codos;
yo nací en mansedumbre sin reloj en mi seso,
yo vivo pero muero de desvestidos modos.
Porque nací de puño, golpeando el azogue
porque nací desnudo sin veste que me abogue
porque nací de sangre, vértebras y, mi tronco;
y, no mire la ausencia carnívora dos veces
vida, nada te pido, sólo que no regreses
pues nací del dolor, en un día muy bronco.
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John Morales Arriola.