Cae la lluvia sobre mi cabeza refrescando mis ideas ayudando a imaginarme cada instante con tus deseos constantes.
Aunque seamos pacientes estamos ardientes y se siente que tú también te estas mojando,ya nos vamos bebiendo el agua de nuestros labios.
Tirando como caballos alados apurados por látigos sobre los cuerpos marcados con el son de llegar a algún lado soñado, tentados de caricias necias.
Cruzando por lo más delgado de tú cintura la locura es absoluta montados en montañas con extensos pasadizos llenos de secretos escondidos ardientes y prohibidos.
Sigue lloviendo, ahora tú cuerpo y el mio están empapados, mis manos aprietan tus deseos mientras tú besas los mios.
Nos miramos exhaustos pero seguimos encendidos ,queriendonos evaporar con ansias de acabar junto con la lluvia, nos envuelve el placer con su extasis rindiendonos a sus pies, después de habernos recorrido cada punto de nuestro ser.
Leandro Conte silencio es salud en soledad. ..