Las casualidades llegan...
como los atardeceres...
como los buenos días
y como tus ojos verdes.
Las casualidades llegan...
cuando menos esperas
cuando no buscas nada
y todo lo encuentras.
Cuando todo pierdes
y sin nada te quedas
cuando tu boca seca
pide cascadas...
a mi piel necia.
Te escribo en tinta y papel
lo que una vez fué
el vivir de nuestro ser,
pues no olvides mi bien,
lo que nos tiene preparado,
este mundo que gira
entorno a nuestros pies.
Las casualidades llegan...
como el universo conspira
¡¿y qué hago vida mía!?
¡si me gritan tus manos entre las mías!
Pues no fue en ningún sueño
fue en otra vida
que yo ya era tuya,
tuyo el momento.
Enrollemos nuestras vidas,
en tus brazos y piel tan fina
ahoguemos en cada pecho
el dolor de los momentos,
¡qué aunque no quiera te cuento!
¡quiéreme con secretos!
¡desarmada y sin fundamentos!
Vén y formemos acordes
de cada beso que nos demos
hagamos un desorden,
y luego con cautela arreglémoslo.
Respira de mi
que yo de tu nombre
entra en mi alma
y no la abandones,
¡usa las palabras!
¡esas que me asombren!
y arma un trío
Dios, tu y yo
de nuestros corazones.