Llegaste a mi vida en medio de diluvios de besos
en donde te esperaba con ramos de flores de pompón,
tu rostro placido y lindo busca mi rostro sin remordimientos
en donde afloraste las delicias del amor para levantar
la sutileza divina del genero femenino es decir mujer.
El umbral del recuerdo no existe ya que lo haces presente
formando con bellos momento divinos en tu tiempo mágico
fluviales corrientes de amor hacia mi corazón,
no te detengas que las pasiones surgen al margen
de tus sollozantes gritos medianos de alegrías entre mis brazos te espero.
El final es riguroso y triste pero el recuerdo nos queda
Y nuestro ojos sueñan para ver de nuevo esa alegría
llena de exquisitas escenas del amor que me diste en nuestro
lecho fresco y frío sin mezquindad alguna para disipar el miedo,
pero el olvido no existe, no existe , amor mío.
RIVAS JOSE