Dispara el tren
con bocanadas de humo
tiros al viento.
Y a las cinco en punto,
a travès de los montes,
silba, silbaba el tren
tirando humo a las cinco,
sobre el gris terraplèn.
Cabeza de barril
con el ansia de andèn
rueda , rueda veloz
sobre el tiempo que fuè.
Cantando a despedidas,
como esclavo a las vìas,
rodaba el tren...
Pero un dìa muy lejos
en quimeras del riel,
por entre bosques de humo
se fue el niño tambièn.