Ayer estaba con frio y me pidió que la abrace –me hizo sentir tan bien- ella abrió mi chompa y envolvió sus brazos sobre mi cuerpo, apoyo su rostro a mi pecho y se desvanecieron sus piernas –abrace su cuerpo y respire en su hombro, al cabo de unos segundos le hablaba muy despacio a su oído y ella me escuchaba- hacía que la conversación sea cálida.
Recuerdo aquel domingo o quizá viernes. Tomo mi mano y cada uno de sus dedos tomaron lugar entre los míos –la solté- y deje aquellas manos colgando en el aire.
También recuerdo, estar sentado y ella a mis espaldas, de repente toma mi rostro y lo empuja hacia atrás –fue un movimiento suave y silencioso, sentí sus cabellos sobre mis mejillas- y logre ver sus labios pidiendo un beso de los míos -la rechazaron, pero no la olvidaron, aún sigue en mis letras su nombre, en mis manos sus manos, en mi cuerpo su cuerpo y en mis labios… un recuerdo-