novena

ELEGÍA PARA TI Y PARA MI

 

José Angel Buesa


Yo seguiré sonando mientras pasa la vida,
y tú te iras borrando lentamente en mi sueño.

Un ano y otro ano caerán como hojas secas
de las ramas del árbol milenario del tiempo,

y tu sonrisa, llena de claridad de aurora,
se alejara en la sombra creciente del recuerdo.

Yo seguiré sonando mientras pasa la vida,
y quizás, poco a poco, dejare de hacer versos,

bajo el vulgar agobio de la rutina diaria,
de las desilusiones y los aburrimientos.

Tú, que nunca sonaste más que cosas posibles,
dejaras, poco a poco, de mirarte al espejo.

Acaso nos veremos un día, casualmente,
al cruzar una calle, y nos saludaremos.

Yo pensare, quizá: \"Que linda es todavía.\"
Tú, quizá pensaras: \"Se está poniendo viejo.\"

Tus iras solas, o con otro. Yo iré solo, o con otra.
O tu iras con un hijo que debiera ser nuestro.

Y seguirá muriendo la vida, ano tras ano,
igual que un rio oscuro que corre hacia el silencio.

Un amigo, algún día, me dirá que te ha visto,
o una canción de entonces me traerá tu recuerdo.

Y en estas noches tristes de quietud y de estrellas,
pensare en ti un instante, pero cada vez menos.

Y pasara la vida. Yo seguiré sonando,
pero ya no habrá un nombre de mujer en mi sueño.

Yo ya te abre olvidado definitivamente,
y sobre mis rodillas retozarán mis nietos.

(Y quizá, para entonces, al cruzar una calle,
nos vimos frente a frente, ya sin reconocernos.)

Y una tarde de sol me cubrirán de tierra,
las manos, para siempre cruzadas sobre el pecho.

Tú, con los ojos tristes y los cabellos blancos,
te pasaras las horas bostezando y tejiendo.

Y cada primavera renacerán las rosa,
aunque ya tu estés vieja,
y aunque yo me haya muerto.