Nicko Schroder

Anarquía

Que sed que me han dado esos pechos

de mujer amante, jóven.

Trasluce la belleza de la anarquía

en tus caderas anchas,

en tu boca inquieta,

en las luces de neón impresas en los moteles.

 

Se hace impreciso descifrar cada paso,

cada gota de agua que mengua la calma;

amo el caos, vivo el dolor, siento la angustia

indefensa de quienes no te conocen.

Más yo bien he recorrido cada rincón

y cada palmo de tus luces.

 

Bendita anarquía que Dios nos ha intentado quitar.

Ya no siento las piernas de tanto follar,

ni veo las letras de tanto escribir.

Ya no veo el Whisky en mi vaso,

allí sólo veo inspiración, rebeldía, pasión y lujuria.

Eres tan bella, anarco, que te sigo y persigo.

 

Me encanta cuando te escondes tras las persianas viejas,

cuando me miras por la ventana,

cuando te vas con otro.

Me gusta compartirte y sentirte mía.

Me gusta cuando de tus labios sale la verdad.

Es como un sexo oral que me margína.

 

Eres dulzura, temor de hombres, voz de mujeres,

pasión de pubertos, inocencia de niños,

quien te quiera enjaular es opresor.

Quien te quiere fuera es el Estado,

machista, impune.

¡Yo soy el descarriado!