Irene..

Al amar de los amares.

¡¡Tengo tanto amor que dar, que me estoy incinerando !!
 Cuanto más canto, tanto más me deshago al humo incensario.

 

De un fuego, sólo entendido por la mártir dedicación.

 

Siempre con esta herida abierta
llagada de sol a sol por la densa sensibilidad.

 

Manchándolo todo de húmeda emoción
por los pliegues roncos de los estigmas-devoción.

 

¿ Me quieres mundo terreno ? pregunto con los pies calvarios muy juntos.
Con los ojos hambrientos, de par en par crucificada por la inundación.

 

De sentirlo todo, sobre mi espalda de columna visceral desencajada.

 

Resonando al peso humildad, por las calles de la realidad
doblada de un golpe a este amarte espíritu.

 

En Dios y con Dios estoy, a la florecida cruz de nuestro poemario
tengo madera de sudor rojo espinado.

 

Me dijo : Canta mi niña, no dejes nunca de santar nuestra alba.

 

Que el sufrimiento de la primavera
da a luz, la venida de la rosa más gloriosa.

 

Por cada espina llanto que derramas
perfumas donde cae, la esencia del amor a perpetuidad.

 

Así lo hago padre, aunque a veces como nos
se me escapan por este desgarro vulnerable.

 

Las costras de la pena, y me siento tan clavada
de parte a parte, atravesada por la soledadarcangel.

 

Me quema la bondad, de seguir creyendo a locura rota
en el corazón bueno del ser.

 

A pesar del lodo.

 

Y así, Y aquí, Y allí..
¡¡ Sí !!, yo sigo escribiendo como usted me bendijo que hiciera.

 

Afirmando la entrega generosidad cada noche
asomada de puntillas al ánimo.

 

Cuya fiesta eterna de compañía
me está preparando la alegría.

 

Poniéndole letras, mandándole cartas.
Recogiendo en mi desnudo, el fresco dictado de las sagradas horas.

 

Poeta de Dios. Cobijada de alma.

 

Con la primera luz..
..Al amar de los amares.