Sentado frente a mi ordenador.
Escribo las felicitaciones a mis amigos de “poemas del alma”.
Escucho música para poder inspirarme, como lo hago siempre.
De repente, escucho el sonido de un piano con su dulce melodía, una inconfundible melodía: “te extraño” de Armando Manzanero. ¡Dios mío! - Fue mi expresión espontánea - propio ahora.
Mi piel reaccionó erizándose. Mis sentidos se agudizaron. Dejo de lado las felicitaciones, abro mi página “pensamientos 5” y espontáneamente comienzo a escribir.
Sigue la voz, la voz inconfundible del Sigala.
Voz viril, desgarradora, penetrante, puro clamor del alma profunda:
“Te extraño,
como se extrañan las noches sin estrellas,
como se extrañan las mañanas bellas
no estar contigo, por Dios, me hace daño…”
La melodía y su inconfundible voz me arrancan literalmente de mi realidad presente.
Cierro mis ojos. Imposible no recordarte amor de mi vida. No sentir la cruel distancia.
No estar contigo me produce dolor, soledad, tristeza.
Estás siempre presente en mis pensamientos, en cada momento, en todo lo que hago.
“ay, te extraño,
cuando camino, cuando lloro, cuando río.
Cuando el sol brilla, cuando hace mucho frío,
Porque te siento como algo muy mío…”
Eres parte de mi ser, de mi pensamiento, de mi entendimiento.
Cuando estamos juntos nos completamos, somos uno en nuestra diversidad, esa diversidad que nos enriquece y me hace dar lo mejor de mi, dar lo mejor de ti. Te pertenezco, me perteneces en la libertad que nos proporciona un amor puro, sufrido, construido, defendido.
“ay, te extraño,
y en cada paso te siento solitario,
cada momento que voy viviendo a diario,
estoy muriendo de amor porque te extraño…”
Cada día sin ti es un morir lento, un vil y cruel tormento.
Camino solitario por los senderos, por las calles, de la ciudad eterna.
Busco tu rostro en mil rostros y no lo encuentro.
Busco tu voz, entre millones de voces, y no la escucho.
Busco tus ojos, entre tantos que me cruzo, pero son solo una desilusión al no encontrarte.
“te extraño,
cuando la aurora comienza a dar colores,
con tus virtudes, con todos tus errores,
por lo que quieras, no sé, pero te extraño…”
Mis noches se hacen eternas.
Luna entrar por mi ventana, me pregunta por ti, me recuerda tu figura, tu presencia, tu calor a mi lado, tu fuego, tu pasión, su respirar profundo, tu abrazo protector, tu sabor, tu olor, todo, todo de ti, cada detalle pasa lentamente por mi mente cansada.
Extiendo mis brazos en lo profundo de la noche tanteándote y no te encuentro.
Entre mis sueños pronuncio tu nombre, te llamo hasta despertarme a la cruel realidad de tu ausencia…
Tu ausencia duele hasta derramar lágrimas, hasta acelerar mi corazón, hasta desearte en la oscuridad, hasta hacer que mi imaginación te traiga a mi lecho. Me desahogo solo con tu recuerdo, el recuerdo de tu cuerpo desnudo que arranca de mí los deseos más profundos y prohibidos….
Abrazado a la almohada me sorprende la aurora.
Te extraño amor, simplemente te extraño y sueño el día en que juntos estemos y la cruel distancia ya no exista.