jaime salazar zuloeta

ANUNCIO MORTAL

 

 

 

Anuncio, sin pena ni quejido, que acabo de morir ahora

ya no importan los versos alegres, lisonjas ni halagos

triste, mi alma desde arriba de este pobre cuerpo llora

aún  así, desarraigado de mi suelo, intento amagos.

 

Anuncio desde esta empobrecida alma penitente

no necesitar más cumplidos de fingida tristeza

Ya que he visto por decisión conveniente

Alejarme regalando a precio de nada mi cabeza.

 

Ya no habrán más alborotos no ruidos, ni nada

Solo olor a muerto, a sagrada y respetable necrosis

Repito, mi alma ha sido por propia voluntad arrancada

Porque ingresó tiempo atrás en vulgar anaformosis.

 

Varias siniestras manos al mismo tiempo atacaron

mi piel, ingresaron a vísceras y volumen de líquido vital

Dejaron sin mínimo aliento, se abalanzaron

Dejando todo mi sistema en frío glacial.

 

No hay, ni deben haber penas, lágrimas ni lamentos

ya fueron suficientes las tristezas ahogadas en miseria

hubo de todo, pero sobre todo miles de tormentos,

y todo se juntó ahora en esta fiesta funeraria seria.