Preso soy del pensamiento tuyo Tras el día que longevo muere Y al llegar la tarde te me incubas De raíces de Luna en la sangre De escarchas de rocío, en los ojos Pues para no mentir deseos Yo te veo reina de las alturas Bañándote blanca en mi cama Yo te imagino, de tacto frío Pero tu piel es de un débil cálido De una brisa de estíos agradables. Yo te amo como el mar en calma A su reflejo de ombligo Gaviota sin alas de mis noches marinas Te amo , como las mariposas A su néctar de flores, destilada en colores Acariciadas de azúcar