Yo, que voy a saber de amor…
cuando en ésta noche de otoño
miro la lluvia caer como cae,
como un océano en el aire
que se vacía de sí mismo,
cuando veo que cae y cae
y no sabe porque cae
porque nadie le dijo que cayera
y no lo necesita preguntar
Porque cae sin pensar
si debe o no debe de caer
o si es de noche o de día,
si es aniversario de algo o alguien,
si es otoño, invierno o verano,
semana santa o navidad.
Pero cae y cae
y al caer habla y canta
con golpes verticales,
con ráfagas de sílabas,
hilos diáfanos de palabras
que escuchamos y por más
que intentamos no logramos
comprender
Porque cae y acaricia,
humedece e impregna
y se filtra por los ojos y la piel
de la tierra, que callada
sonríe y se sonroja y se henchida
y vuela y rejuvenece
y se vuelve sobre si misma
y le palpita el interior
Algo le dice el cielo a la tierra
a través de ese regalo de amor,
regalo de vida que le entrega
en cada gota,
que parece agotarse
pero nunca se agota
Regalo que la tierra
no necesita corresponder,
como el regalo que se hace
a un amor imposible
a sabiendas que jamás
se podrá tener…
Pero yo, que voy a saber de amor…