Me quedé en la ventana
contemplando la esperanza
esa a la que llaman luna
pero a mi si no me engaña;
se acercó hasta mi frente
y me dio a guardar un beso
al iniciar su regreso
para ir allá atrás del cerro
encendí en su cola un puro
y me quedé meditando
a donde irá cuando duermo
o cuándo es que duerme ella
Se deslizó mi mirada
cual suspiro por la ladera
va procurando una nube
para poder recostarse
y se estrella en la cornamenta
de las reses del matadero
esas que van avanzando
a donde aguarda el carnicero
van con la cabeza gacha
disfrutando de su encierro
rumiando algún recuerdo
o acariciando un deseo
Las veo al ser alzadas
mientras ellas piensan vuelo
son colgadas y degolladas
mientras cantan al deceso
saben que ese es su destino
y su refugio es el rezo
a mi me tiemblan las manos
como tocadas por fuego
mientras contemplo el cortejo
de aquel viejo matadero