Hoy que superamos en uno las dos docenas
cuento y hago cuentas de este cuento
en el que comemos perdices cada día
Que veinticinco inviernos
han sido siempre primavera
porque los han sido a tu vera
Que nueve meses sujetaste la vida en tu vientre
porque tú nunca te has rendido
Ni lo hiciste entonces, ni ahora
que nos ha tocado aquello de
“en la salud y en la enfermedad “
Que en esta cuenta que te cuento
casi llegan a los quinientos
los días de lucha hasta la victoria
Que ha sido la mitad de tu vida
y de la mía, bajo el mismo techo
y otro cuarto y mitad, persiguiéndonos
Que se nos ha hecho adulto nuestro hijo
y a punto de los dieciocho
cada noche nos regala un beso
Que el amor no se mide con números ni con poemas
Que lo mío no son ni las matemáticas ni las letras
Pero quiero que este cuento de la cuenta
siga siendo poesía
y seguir sumando contigo
todo el tiempo que nos resta