Diego Herlein

Al Museo Ferrowhite

Fantástico lugar es este museo, 
baste decir que al pie de un castillo,
rampante ruge un dragón chino, 
y mas arriba a San Jorge veo.

Una balsa de bidones reciclados,
un obrero de cartón pintado, 
la historia contada de un martillo, 
la foto sonriente del caudillo. 

Este museo tiene ángel, tiene alma
y trasunta una esencia de azares, 
mezclado con té y aceite de motores;
Atilio vela por allí, divertido,
por siempre salvado del olvido.

Y mezclado en el viento surero
aroma de sal y de cereales
susurra con ruido de metales
su historia Don Pedro Caballero.