( Al escuchar los disparos, Natalia se sobresalta.
Se levanta y se dirige a la ventana. Mira enfrente. En ese momento suena el teléfono)
--Hola... No señorita. Mi esposo está de viaje.
¿Quién le habla?... ¡Hola!...¡Hola!
(Sale de su casa y se dirige hacia la de Paolo.
Abre la puerta.La cierra y...)
--¡Paolo! ¿Por qué esos disparos?
--Porque le encajé dos tiros a ese almohadón. Estoy practicando tiro al blanco. ¿Se asustó?
--¿Por qué hizo eso?
--Si debo contestarle la verdad...
--Contésteme la verdad. Lo que acaba de decirme, no le creo.
--Bien Natalia: lo hice para saber qué reacción tenía usted. Me pide la verdad y se la estoy dando.Estaba seguro de que usted los escucharía...
Y quería saber si usted vendría hacia aquí...¿Debo deducir que se preocupó por mí, Natalia? ¿Temió que me hubiese suicidado? Mi ilusión era de que usted se acercara a mi casa para saber qué me había pasado. Debo confesarle de que me alegra enormemente haya usted vuelto. Señal de que me estima un poco,¿me equivoco Natalia?
--No, si pensó eso, no se ha equivocado.Ha sido una buena treta de su parte.
--Parece que tendría que vivir siempre pidiéndole disculpas, Natalia.
Le aseguro que casi me doy los disparos en la sien.Usted, con su negativa, me los dió en el corazón. Por su presencia, estoy más tranquilo.
--Mi presencia aquí, no significa nada más que la de una buena vecina que se arrimó hasta aquí, por temor de que algo le hubiese sucedido a su vida.
--¿Si así hubiese sido me habría llorado?
--No vuelva a comprometerme con respuestas que no debo darle Paolo. He cruzado y ya he visto que usted sigue vivo. Ahora soy yo la que me alegro enormemente que así sea. Pero debo volver a mi casa... Hace un rato, antes de venir, recibí un extraño llamado. Una mujer preguntó por mi marido. Le contesté que estaba de viaje. Y me colgó, sin darme ninguna respuesta. Me ha hecho dudar ese llamado...
--¿Cuál es su duda, Natalia?
--Una pregunta la suya a la cual no sabría responder. Antes yo tendría que saber qué significó ese llamado anónimo.
-- Le aconsejo algo, Natalia. En agradecimiento a su presencia. A su interés por mi vida. Me ofrezco acompañarla hasta su casa, así esperamos juntos ese llamado. Podría volver a hacerlo.Si me permite ir con usted, no estaría sola ni yo tampoco. Le prometo comportarme como un buen caballero.
--¿No teme al qué dirán los vecinos que puedan llegar a vernos juntos?
-- No, Natalia. ¿Usted sí?
--Tampoco yo.
--¿Vamos entonces?
-- Vamos.
(Entran a la casa de Natalia. En ese momento está sonando el teléfono.)
--¡Hola! Sí, señorita. Es la casa de él... ¿Quién le habla?
¿Cómo dice?... ¿Y usted de dónde lo conoce? ¿Usted es la hermana de ella? ¿Cuál es su nombre? La de las dos, el suyo y el de ella. ¿Y por qué me está haciendo esta confidencia? Claro, comprendo, ella es casada. También yo soy casada. Soy casada con el amante de su hermana. No tengo que disculparle nada señora. Le agradezco me haya llamado. Despreocúpese. Mi marido no se enterará que ha sido usted la que me llamó, ni su hermana tampoco. Tenga paz, señora. Cuando vuelva mi esposo, será él quien no la tendrá. Usted no quedará involucrada en absoluto.Se lo aseguro. Le doy mis gracias. Desde hoy,seré otra mujer. (Cuelga. Mira a Paolo. Los dos se miran)
--¿Entiende qué es lo que está pasando en la vida de mi marido Paolo... y en la mía?
--Sí, Natalia. La he escuchado hablar.
--Paolo,¿ desea tomar algo?
--Le agradecería Natalia. Lo que usted tome.
--Tutéame Paolo.
--No quiero pecar de impertinente nuevamente. Pero me gustaría tomarte entre mis brazos.
-- Hazlo Paolo.
(Paolo se acerca a ella. Natalia hace lo mismo.Se dan un abrazo.)
--Natalia...
--Paolo...
--Te amo... Hace dos años que te amo, amor...
--No puedo decirte lo mismo Paolo... en cuanto al tiempo... también yo te amo... Desde hoy... De qué vale ahora mi fidelidad... Él está con otra... Y yo contigo... Paolo...déjame sentirte... te deseo...
--Yo también Natalia... desde hace dos años, te amo y te deseo... hasta la locura...
--Si te hubieses suicidado, no estaríamos viviendo este momento...cuando escuché los disparos me alarmé, me asusté,temí por tu vida, pero solo como una vecina... ahora me he convertido en la mujer que tú soñabas...vivamos el presente... amémonos... amémonos locamente... te deseo...¿Y por qué no decirlo? yo también te amo apasionadamente...quiero ser tuya...toda tuya...
-- Lo serás mi amor... y yo seré todo tuyo...te daré todo lo que tengo... en mi corazón y en mi piel... al fin te encontré, así... como tantas noches te he soñado... te amo...¿de verdad, tú también?...
--Sí Paolo...tendré que rendir muchas cuentas a mi esposo... y él a mí... pero pertenezcámonos...... seamos uno solo...
--Sí,seámoslo...uno solo...déjame desnudarte...
--Desnúdame Paolo... quiero sentirte...sentirte dentro de mí...todo...
--Lo tendrás... es todo tuyo, amor... todo mi cuerpo te pertenece... por el tiempo que tú quieras tenerme...las veces que me lo pidas...tuyo seré...
--Tus palabras son mis palabras, Paolo...Ahhhh, amor...
amor...qué hermoso...es esto...
--Natalia, vida mía... cómo la haces gozar...
continúa
Todos los derechos reservados del autor (Hugo Emilio Ocanto-26/08/2012)
Lee todo en: Poema Guión teatral: la vecina de enfrente(Parte dos), de hugo emilio ocanto, en Poemas del Alma http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-192786#ixzz3M7hQGIRN