Llueve sobre mi pueblo.
los techos de las casas flamean mojados
celebrando el regreso del invierno
junto a sabanas cubiertas de frío;
las horas se deslizan ocultas de la noche
sin dejar huella ni parecer sombrías.
Atrás, sentado junto a la ventana
con los ojos cegados del desvelo
estoy recostado sobre mi cuerpo,
en memoria de odios y pasiones
escenas grabadas en un historial del tiempo:
la vieja de las maldiciones
en los cuentos de infancia,
los derrames de esperma
en aquellos años de imaginación,
los largos regaños en casa
por querer robar fugaces estrellas,
la noche entregada sin tregua
a la virginidad de la luna;
las lecturas de Rubén Darío
mezcladas con Otto René, °
los sueños en la montaña
jugando a ser el Ché;
las reverencias al papa…..
contradicciones firmadas
en largas hojas en blanco.
Mi cuerpo emerge tembloroso
sin darme cuenta el insomnio
flamea junto a las casas del pueblo
deseando por siempre vivir aquí.
© Emig Paz
° Otto René Castillo, Poeta guatemalteco quemado vivo por el ejército durante la dictadura establecida en ese país.