Buen día, amor; me dice
y se ilumina el mundo;
después pregunta cómo amanecí
y siento al mundo más pequeño.
Me hace gigante con sus besos
y me regala la insustancia eterna.
Ay!; yo quisiera que me de mil besos
y luego cien, y luego otros mil,
como Lesbia a Catulo;
hasta perder la cuenta.
Hasta perder el tiempo.
Hasta perderme en la forma en que me ama.
Jorge Leonardo Torrez
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