Entre ansiedad y renuncias navego.
El misterio es la raíz de mi origen,
las razones no cambian esa imagen.
Intentando escapar no doy el pego.
Al primer accidente nunca llego,
sólo intuición de tan lejano origen,
con certidumbres escasas al margen.
Orden alterado con quien dialogo.
Ya fue el accidente definitivo
al que siempre se atribuyen desdichas.
Nos queda buscar el buen lenitivo,
cada uno verá si superlativo,
pues para encontrar verdadera dicha
crepitará de amor el fugitivo.