bonifacio

Hospital de Calzones

En este hospital de Calzones

tenemos diez enfermeras

que no ponen inyecciones.

 

Son tan lindos estos bombones

de pechos y de caderas

que a ellas se las ponen.

 

Los pacientes se van felices

y vuelven por montones.

 

Desahuciados, abandonados

y decrépitos de callejones

aquí se han recuperado.

 

Los que botó la ola

los últimos de la fila

los banderolas

los nunca bien ponderados

al marcharse de Calzones

todos han exclamado

!juro que voy a volver!

 

Eso mismo escuché ayer

al pasar frente a un cuarto

de nuestras institutrices

con uno de estos infelices

que los días tenían contado.

 

Perdón quiero decir pacientes

eso dice el presidente que hay que decir

por estos seres desamparados.

 

Y no sabe lo mucho que los indigentes

necesitan urgentemente

tener algunos orgasmos.

 

No entendemos porque el gobierno

quiere echarnos abajo

!váyanse al mismo carajo!

con esa cruel decisión

!Muera el canalla y el vil!

 

Es verdad que nuestros pacientes

continúan muy enfermos

pero ahora el buen sexo

los ayuda a pasar el invierno.

 

Si usted pasa por Calzones

apoye a nuestro hospital

que con estas inyecciones

el paciente vuelve a cantar.