Desde que tú te fuiste, el jardín se ha secado,
los árboles y flores, perdieron su belleza,
lo riega cada día mi nube de tristeza
con mi pena infinita y un beso acongojado.
El sol ya no me alumbra, mi llanto lo ha apagado,
tu aroma está en el aire, en su murmullo reza
porque mi amor de nuevo con el tuyo se meza,
con ese dulce arrullo que en mí no se ha olvidado.
Mi corazón te añora más que a nada en la vida.
Sin tu dulce presencia yo me siento perdida,
la rueda de la vida ya no tiene sentido.
Yo de pena me muero si no estás a mi lado,
y sufrir más no quiero por cosas del pasado,
y quisiera olvidarte, pero nunca te olvido.