Cuán díficil es dejar lo que se ama
las cosas que le dan vida a la vida.
Buscar un nuevo punto de partida
y decir no pensaré, no pasó nada.
Volver con sigilo la mirada.
No derramar el llanto en despedida.
Imposible es borrar huellas prendidas
que en el fondo del ser quedan grabadas.
Hasta en la triste sensación de los adioses
se puede volcar tal vez una sonrisa.
No te fijes en mí, mira los goces...
Que dicen con amor cuál fue mi paso
y recoge de mí la eterna risa
pues yo dejo en mi adiós un fiel abrazo.
taty merced