Me ardió el corazón absorto al recordarte
Le mentiste al tiempo con que estarías y no estuviste
En altas montañas te vieron, cielo bajo de colinas
Y la montaña más alta se esconde allá arriba
Resguardando secretos, no los miro
La palabra invisible apenas pudo con el comarca
Ese silencio omnipotente de los rincones de madera
De la piel donde no se toca
Y cuesta nada si malamente bien vengas
Soñé abrazándote y te fuiste a tu despertar
A tu amanecer en aquella cama
¿no recuerdas qué estuviste conmigo?
Te amé sin sonar en mi sueño
¿alcanzó a caso algo esa hoja cayéndose?
¿Vendrás a quererme cuando alguien te rechace,
Y quieras que la vida te sea justa?
A tan solo escuchar de mí, otra vez,
(Cuando la mano suba algo hasta tu boca
Y solo el papel blanco, si el papel blanco
Sepa que no puedo con la blancura de tus pechos
Y me des de ellos solo la punta negra
Sabrás que yo en ti amo hasta la negrura.
¿vendrás a eso? Mejor no vengas, yo iré.
Arañando tu cabello, ahí se fueron mis sueños
En tu melena.
Te caíste hoy al suelo tan adufe.
¡cuantas veces el cielo
Llora, toca y besa la tierra
Y no puede estar con ella,
Vaya amor amurallado!
Yo no viví los años
Ellos vinieron a vivir en mí
Comí de tus besos y me creció el hambre
¿a qué vienes de nuevo por mis besos,
Besando el recuerdo, a que me crezca el hambre?
Hoy se cayó una hoja con tu nombre
Has besado ya otras tierras