Como bella mañana alboreando
brillas en tus ojazos y te aclaras,
¡oh! preciosa mujer si tú me amaras
te daría mis años y mi edad
hasta morir desnudo en tus ayeres;
mas mi roce no es lo que tu alma ansía
lloraré siglos de melancolía,
en estos ojos de triste unidad.
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John Morales Arriola