Javier Gamboa Panevel

La mujer

La mujer

Por: Javier Gamboa Panevel

 

¡Oh, tú, mujer!,  que belleza derrochas  por doquier

Si pasas por mi lado me dejas  impregnado de amor el corazón.

¿Corazón  digo?  --!No!--. Es todo mi ser que se queda prendado a tu belleza, a tu valentía, a tu osadía de haber sido mujer.

Llevas  tu vientre  hinchado de ese Ser que  ha de ser. Y todo el amor que tienes  dedicarás   a él.

Signada está  tu vida  para cuidar  los hijos. Hijos que de tu vientre han de nacer.

Y serán hijos  tuyos los hijos de tu amiga, de tu hermana y de toda otra mujer.

Cuando llevas  un  hijo muy dentro de tu vientre; eres más bella ahora que lo que fuiste  ayer.

Y cuando paras;  serás muy bella entonces. Saltará tu hermosura por tus ojos bonitos, por tu preciosa boca y tus senos hinchados de leche y alimentos que ofrecerás a él.

Y entonces, vida mía. Serás mi linda esposa. La madre de mis hijos,

La pareja feliz.

Y  luego… Tomados de la mano, empujando  algún coche donde irá nuestro hijo;  pasearemos felices la plaza de  algún pueblo  y le gritaré  al mundo que me has hecho feliz.