Por las noches se escuchan
canicas que retumban, chocan
en el suelo frío y pálido
evocan su último y eterno hálito
Solamente jugaba en su lecho
Pasivo, con sus canicas
Oh! Tendría al menos el derecho
de ir por su corto sendero
Temblorosa voz suplica
al maniático ebrio estrecho
sin compasión, impuro
acomete el padre demente
Oh! destino cruel y duro
pobre espíritu silente
Ángel que no descansa
triste, como sombra inerte
frágil, yace buscando vida
entre posas y calles sin salida
Solo está buscando sus alas
para ser libre como un ruiseñor
quiere guiar a las almas malvadas
hacia el perfume de una blanca flor