Ramón Bonachí

Y VENDIERA SU CUERPO UN TRISTE DÍA (SONETO)

 

Y vendiera su cuerpo un triste día
cansada de su vida recatada,
no pensó que sería despreciada
por ser mujer de todos menos mía.

 

Apenas se dio cuenta como ardía
que tarde descubrió ser engañada,
se ahoga en sus cenizas sepultada
por una solitaria noche fría.

 

Ahora que ha perdido ya sus años,
le doy una limosna si la veo,
pero nada repara ya los daños.

 

Se arrastra por las calles del deseo,
a merced de lujurias y de engaños,
¿que algo vaya a cambiar? ya no lo creo.

Ramón Bonachí... Tarragona.