Aquí no había nada
Los días morían en las madrugadas
Y en las noches la luna llena estaba apagada
Las horas se hacían vagas
el tiempo ya no era mío
El aire lento y frío se espesaba
Aquí no había nada.
Y aun así sobraba todo
Las ideas iban, llegaban, se marchaban.
Caían del cielo estrellas marchitas.
Que como fragmentos de hielo
al estamparse en el suelo
morían entre chispas infinitas
Aquí no había nada.
Daba igual no dormir
o despertar a la madrugada.
Solo se dormía para vomitar sueños en la almohada
El reloj marcaba siempre la misma hora
( Nunca despertaba )
Ya ni el tiempo ayudaba....
Era más sensato aceptar la realidad.
Aceptar que el tiempo fluye,
y que no da marcha atrás.
Que aquí no había nada ...
Que aquí nunca había habido nada.
Pero realmente ...
la realidad no existe.
Tu ves al mundo con tus ojos soñadores, y tristes.
Y no con los míos llenos de despojo, ira y enojo.
Como podríamos decir que no había nada
si tu realidad era tan distinta a la mía.
Para mí pasaban horas, segundos y días
El tiempo me mataba, se cansaba, se reía.
Me hablaba entre dientes ...
Me decía
Que esperarte era un juego de dementes
Que olvidarte
Era impertinente
Que ignorarte
Seria insolente
Mas aun así
No había nada aquí
Hacer un soliloquio
Entre mí mundo
Y el mundo que dejaste aquí
Era lo único que podía hacer por mí.
...b.e