Estrépitas voces,
Entristeciendo conciencias
Sonidos que profieren
Las almas ambulantes,
Sangre activa que vibra
¡Oh belleza de vida!
Fulgor y destellos
Tiritan en sensaciones, surcando
Trillando, sembrando.
Voluntad de los pueblos
En cada amanecer y auroras.
Es mi paisaje diario
En mi suspiro infinito.
Avizoro la sima y pendiente
Colina de descenso
Descanso del pensar errático
Añorando sueño profundo,
Tiempo de mi otoño
De abrir el nido de la madre tierra
De la cual provengo.
Volver a ser polvo, arena, rocío.
Encarnarme en sombra, en pensamiento,
Incrustarme en las vetas del tiempo,
Siendo silencio, ser solo recuerdos.
Nace, crece el hombre
Luchando en el instinto siguiendo el camino legado
Un horizonte de augurios
Un corazón de anhelos
Dejando hijos, poemas y árboles
Esparcidos a su triunfante paso.