Era una niña-mujer, apenas tenía quince años
y supo darle a su vida el sentido del amor.
del sacrificio y la entrega. ¡Era una mujer!.
Se dice tantas cosas de MARÍA:
que fue virgen, que fue pura
.que fue la madre del Redentor.
Todo es cierto. Y, además que participó
en el Plan de Salvación.
Pero para mí, más allá de todo eso
fue una luchadora por el ideal
de la \"mujer nueva\" de la mujer libre;
la que toma sus propias decisiones
la que con fuerza y amor dijo: ¡Acepto!.
y esa aceptación representó
enfrentarse al mundo machista
que se encargaría de apuntarle con el dedo,
y a pedradas la matarían o expulsarían.
Esa aceptación representó,
huir , atravesando el desierto con su hijo en brazos;
Enseñarle, con los mejores ejemplos el amor,
el sacrificio . el trabajo y la consecuencia.
Es verdad, era el Hijo de Dios, pero a ella encomendado,
y Ella fue quien vio su proceso de niño a hombre
de hombre a Dios y fue ella quien tuvo la valentía
de verlo entregar su vida y no renegar de su misión
y de seguir adelante después de lo que pasó-
Eres grande MARÍA , por ser una mujer llena de amor.
Más allá del dogma eres grande.
Más allá de la fe eres virgen
porque tu vida fue pura,
la pureza y la dulzura va más allá de un himen roto.
Por eso para mí, Tú eres virgen, mujer y madre.
Eres una mujer ¡Eternamente María!