Asoma el temblor de tu mirada
por los cristales de mi ventana,
asoma el diálogo entre tu piel encendida
y el canto de tus caricias.
Asoma la entrega de tus labios
entre las hendijas de mi ventana,
abrazas la mansedumbre de mis manos
cuando de amor te hablan.
Asoman los versos que te inspiran
el verme mirando por la ventana,
sabiendo que tu rostro está tatuado
por la imaginación de mi mirada.