Sara (Bar literario)

A estas alturas -ventanales del alma

A estas alturas de la vida,

recostada de lado,

o ungiendo la frente 

en mi juventud,

que es un viejo

viendo una puesta de sol

en el cuadro de un ancianato.

A estas alturas de la vida,

que tengo veinte años,

dicen mis ojos,

y los ojos nunca mienten

son el reflejo del alma

ah, pero si no fuera, sino fuera

que el reflejo es el lado anverso

de todo lo que se observa

A estas alturas de la vida,

aún no entiendo

como se puede vivir sola

y en el corazón una azotea

con una puerta a medio abrir

de tantos nombres que no fueron

que solo fueron recuerdos

para contar desde las losas

de un panteón.

A estas alturas de la vida,

que me miro y examino

los años, que parecen limones

a punto de exprimir  mis labios

como lágrimas que se extienden

aun sin antes haber probado

la pulpa agria de una pasión.

Punto y caigo y antes

solo tengo una página en blanco.

Cuento escrito en copla

que se extingue y se evapora

como el viento enjaulado

en una celda sola.

A estas alturas de la vida,

deseo haber dicho te amo

sin romperme

sin mirar en pasado

sin saber que me despedía

de mí misma 

cuando decía amor.

A estas alturas de la vida,

cierro el libro,

tomo aire,

finjo que todo está bien

pido perdón

pero mi cuerpo

mi alma

se aparecen como espectros

que no llegan

que no alcanzan

las raíces consumidas

de esta tristeza

que ya no es mía

por vieja,

por inocente

y a estas alturas de la vida,

me descubro

me examino 

y solo encuentro

una vela prendida

en una casa a oscuras.