De Mercedes de Velilla
Voz de Gaviota Romero Blandino
La soledad voy buscando, y yo no puedo encontrarla: en mi soledad más grande siempre el dolor me acompaña. Con la risa de mis labios voy ocultando mis penas; porque he visto que en el mundo nadie al que sufre se acerca. Mi nombre escribí en la arena, y lo borraron las olas: ¿serán de arena las almas donde el cariño se borra? Voy andando, voy andando, y atrás los ojos volviendo; que no he de volver a hallarme lo que en el camino dejo. Dicen que la vida es sueño, y todos quieren soñar: sueño yo cosas tan tristes, que quisiera despertar. Mis pensamientos son nubes, y mi corazón es hielo; mis penas son tempestades, por que es mi vida el invierno. Yo no quisiera cantar, y llorar tampoco quiero, y el que no canta ni llora es que vive como muerto. ¡Aquí escribió juramentos y promesas escribió! ¡Lo que conserva un papel se borra de un corazón! Por no perder la costumbre voy a escribir una copla; que una copla es la compaña del alma que vive sola. En el mar de la esperanza eché la red del cariño, y la saqué cargadita de desengaños y olvido. Ya no cantaré más coplas, si no las quieres oír; que es razón que mis penitas queden sólo para mí.