Sólo basta que estés frente a mí
para que mis manos
busquen acariciar
a tus manos con frenesí
y trepen por tus brazos
cual maracuyá
buscando llegar
a tus cabellos selváticos,
para calmar el deseo
de mis dedos
al sentir el contacto
de cada mechón iluminado,
que asemeja el agua
rauda y diáfana
de una cascada...
Sólo basta el lenguaje
de mis manos,
para expresarte
cuanto te amo...
Adolfo César (NAZARENO)