Mamá, papá…
Cuánta necesidad
hoy he tenido
de ver esta foto.
Y de presentarla
a mis amigas
y amigos
de Poemas del alma.
La foto en el día
en que ustedes
unieron sus vidas.
Más de cincuenta años
unidos, mamá,
con el primer
amor de tu vida,
para siempre…
¡Qué bellos están!
En este momento,
me siento como
si fuese un bebé.
El cuarto bebé
de ustedes,
mamá, papá.
Cinco hijos llegamos
a vuestras vidas,
después de estar
siete años esperando
el primero…
Cinco hijos,
de los cuales
hemos quedado
dos solamente.
Los otros tres,
han de estar
junto a Jesús
y a ustedes.
Festejen el nacimiento
de Jesús, en su Natividad,
junto a Él y a
sus tres hijos,
que el destino
ha querido
fuesen a vivir
junto a la casa del Señor.
Con orgullo los presento
a mis amigas y amigos,
poetas y poetisas
del alma.
¡Me siento tan bien
con ellos, mamá, papá,
tan feliz, que hoy…!
No, no se aflijan,
si me ven derramar
una lágrima, es porque,
a pesar de las ausencias
de ustedes, me siento feliz.
De aceptar la realidad
de la vida.
Si la muerte
me llamase,
me he de entregar
a ella, con resignación…
¡hasta con alegría,
porque han sido ustedes
los que me otorgaron
la vida!
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto - 23/12/2014)