Quisiera ser brisa suave que llegue a ti, amigo, amiga del alma. Besar frente y decirte: “gracias por la amistad que me das, por todo lo que me regalas sin darte cuenta”.
Quisiera ser llovizna imperceptible, que pueda refrescar tu ser, cuando sientas que la vida seca tus fuentes, tus manantiales.
Quisiera ser melodía sutil, que viaje lejana hacia ti y decirte al oído, despacio, muy despacio: “no estás solo, no estás sola. Tú puedes. Estoy a tu lado, aunque si lejano”.
Quisiera ser suave calor de verano, que llegue a tu crudo invierno, trasmitiéndole el tibio afecto que siento y profeso hacia tu persona.
Quisiera ser frescor de invierno y lograr arrancar de cuajo, el calor insoportable de la tu angustia existencial, de tu desesperación y de tu ansiedad.
Quisiera ser emotivo poema de amistad, que logre abrazar tiernamente tu sensible corazón de poeta, de poetisa; trasmitiéndote mi gratitud por los sentimientos que experimento al leerte.
Quisiera ser fragancia de eucalipto, que convirtiéndose en bálsamo lenitivo, dé alivio en tus días de soledad, de melancolía, dejándote un perfume de grata compañía.
Quiero ser leña seca, que avive el fuego de tu musa. Viento potente que active los tizones de tu inspiración constante, para que tu llama ilumine a todos los del portal.
En fin quiero ser abono fecundo, que con mi lejana cercanía, nutra tu esperanza, tu ilusión, tus sueños, tus anhelos amigo, amiga querida; poeta, poetisa de grandes intuiciones y noble corazón.
Quisiera ser tantas cosas, ahora solo puedo ser palabra, verbo, estrofa, prosa poética, en una palabra \"escritura\", sin otra pretensión, que desearte lo mejor en esta Navidad y un 2015 pleno de inspiración, de musa.